El viento sopla inclemente
como si quiera horadar
la geografía de tu cuerpo.
Te persigue, empuja
y finalmente te domina.
Entonces, cambias de actitud
y ya no te resistes.
Cambias la direccion y aprovechas su impulso
para alcanzar una vez más el horizonte
amada por la naturaleza y en paz
contigo misma
como si quiera horadar
la geografía de tu cuerpo.
Te persigue, empuja
y finalmente te domina.
Entonces, cambias de actitud
y ya no te resistes.
Cambias la direccion y aprovechas su impulso
para alcanzar una vez más el horizonte
amada por la naturaleza y en paz
contigo misma